Recientemente, el sistema de Inteligencia Artificial de IBM, Watson, salvo la vida de una mujer japonesa diagnosticando su extraña enfermedad.
Una mujer sufre de un mal el cual no se sabe qué es. Los métodos convencionales (los humanos) no funcionan. Por más de que se trabajó por semanas no se logra un buen diagnóstico. Entonces se recurre a Watson, una inteligencia artificial que salvó a la mujer, detectando su enfermedad y permitiendo a los doctores desarrollar un tratamiento médico adecuado para la dama.
La paciente en cuestión, padecía de Leucemia. Una enfermedad que afecta a la sangre. Ella pudo curarse al 100% de esta enfermedad, pero, con el pasar de los meses, empezó a sentirse mal. Su sangre se encontraba en mal estado, pero no padecía Leucemia, ya que sus exámenes daban negativos para la enfermedad. Ahí es cuando Watson interviene.
La habilidad que distingue a Watson de cualquier doctor o incluso cualquier junta médica es su capacidad para analizar una gigantesca cantidad de datos en muy poco tiempo. Esto es muy preciso, ya que la computadora no olvidará y sabrá de todas las enfermedades posibles y elegirá rápidamente la que concuerde más con los síntomas del paciente.
Watson analizó muchos datos para en, solamente, 10 minutos dar con un diagnóstico exacto, haciendo así el trabajo de semanas. Llegando a la conclusión de que la mujer a la que le salvó la vida padecía de Leucemia Secundaria, una variante poco común de la Leucemia que puede aparecer en casos algunos expacientes de Leucemia como un residuo de esta.
Ahora la empresa dueña de la inteligencia, está interesada en llegar a todo el mundo. Esto da un debate amplio, ya que las máquinas podrían reemplazar a los humanos en trabajos poco remunerados, pero ahora están entrando en otro terreno. ¿Es este el fin de nuestra utilidad? ¿Que pasará con los empleos de alta remuneración?
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